Boletín Junio 2013
>>Editorial |
>>El Tema |
>>Vida de Monseñor Escalante: China (1era parte) |
>>Saludos desde Japón |
>>Universidad Intercontinental (UIC) |
>>EDITORIAL
Estimados lectores. En el mes de junio el Boletín VERDE CAMEE dedicará su segundo número a los alumnos del sexto semestre de bachillerato, ya que culminan sus estudios del nivel Medio Superior. Los alumnos de este semestre conforman la Generación número 23 del CAMEE. Sirva este medio para felicitarles y desearles que tengan éxito en los estudios del nivel Superior. Toda nuestra comunidad escolar se une a la alegría y el gozo que representa culminar una etapa más de estudios. Esperamos que todos sus esfuerzos rindan frutos y que puedan servir a las personas como buenas personas y excelentes profesionales.
Esta Generación se ha caracterizado por ser constantes en sus esfuerzos, sobresalir y ganar los concursos y eventos que se promovieron durante los tres años de estudios. Hemos de reconocerles que nunca se vencieron y que han concluido con un alto nivel académico y virtudes bien fundamentadas en valores humanos y cristianos. Considero importante también reconocer a todos los que han intervenido y participado en su proceso de formación. Agradezco el trabajo y entrega de los docentes que han aportado sus experiencias, conocimientos y que han sabido transmitir los Ejes Rectores y Valores institucionales. A todos los docentes del Colegio, les felicitamos y esperamos que sigan creciendo en virtudes.
Los padres de familia de los alumnos de esta Generación 23, también tienen nuestro reconocimiento, por haber participado activamente y estar atentos y vigilantes de los avances grupales y en particular de sus hijos. Les agradecemos que hayan aportado al Colegio su apoyo incondicional y junto con ustedes logramos culminar proyectos de renovación en aspectos materiales del Colegio.
También reconocemos a todo el personal administrativo y de servicios del CAMEE, que han sido un gran apoyo en los diversos eventos y actividades diarias. Su liderazgo activo ha motivado al desarrollado profesional de las actividades administrativas que de manera indirecta aportaron elementos formativos y de crecimiento en el día a día para los alumnos.
El viernes 14 de junio será el gran día en el cual reconoceremos el culmen de este ciclo escolar 2012-2013 y del semestre 2013-B.
Esta Generación 23 será apadrinada por el Profesor de Lengua Extranjera, Víctor Eduardo Flores Arreola. El profesor dará fe y constancia de que los alumnos están preparados para iniciar sus estudios profesionales y que confiamos que podrán desempeñarse para luchar por una sociedad mexicana cada vez más productiva, honesta y comprometida por la vida, por la justicia, la libertad y por El Bien.
Felicidades y gracias por su confianza y haber realizado sus estudios en el CAMEE. Nos sentimos satisfechos con ustedes y les deseamos lo mejor en sus vidas.
Esta Generación se ha caracterizado por ser constantes en sus esfuerzos, sobresalir y ganar los concursos y eventos que se promovieron durante los tres años de estudios. Hemos de reconocerles que nunca se vencieron y que han concluido con un alto nivel académico y virtudes bien fundamentadas en valores humanos y cristianos. Considero importante también reconocer a todos los que han intervenido y participado en su proceso de formación. Agradezco el trabajo y entrega de los docentes que han aportado sus experiencias, conocimientos y que han sabido transmitir los Ejes Rectores y Valores institucionales. A todos los docentes del Colegio, les felicitamos y esperamos que sigan creciendo en virtudes.
Los padres de familia de los alumnos de esta Generación 23, también tienen nuestro reconocimiento, por haber participado activamente y estar atentos y vigilantes de los avances grupales y en particular de sus hijos. Les agradecemos que hayan aportado al Colegio su apoyo incondicional y junto con ustedes logramos culminar proyectos de renovación en aspectos materiales del Colegio.
También reconocemos a todo el personal administrativo y de servicios del CAMEE, que han sido un gran apoyo en los diversos eventos y actividades diarias. Su liderazgo activo ha motivado al desarrollado profesional de las actividades administrativas que de manera indirecta aportaron elementos formativos y de crecimiento en el día a día para los alumnos.
El viernes 14 de junio será el gran día en el cual reconoceremos el culmen de este ciclo escolar 2012-2013 y del semestre 2013-B.
Esta Generación 23 será apadrinada por el Profesor de Lengua Extranjera, Víctor Eduardo Flores Arreola. El profesor dará fe y constancia de que los alumnos están preparados para iniciar sus estudios profesionales y que confiamos que podrán desempeñarse para luchar por una sociedad mexicana cada vez más productiva, honesta y comprometida por la vida, por la justicia, la libertad y por El Bien.
Felicidades y gracias por su confianza y haber realizado sus estudios en el CAMEE. Nos sentimos satisfechos con ustedes y les deseamos lo mejor en sus vidas.
Atentamente.
Lic. Francisco Javier Jiménez Landeros
Director
>>EL TEMA: CAMBIOS
“Sus treinta y tantos le pesaban en los parpados, pero no ese día. Esa mañana se levantó respirando otro aire. Bajó por el lado contrario de la cama y fue a calzas hasta el baño que reciente conocía, apenas y veía algo en la nueva oscura casa, mojo su rostro y sintió miedo de voltear al espejo, no por lo que encontraría, por lo que había pasado por alto. Reunió el valor suficiente que requiere encontrarse con una nueva versión de ti. Se halló por completo solo, se halló por completo pleno. Y supo en ese momento que en esa mañana, en ese segundo, había crecido.”
Cuando hablamos de crecimiento o etapas obligatoriamente lo relacionamos con cambios físicos, añadir responsabilidades, añadir logros, añadir años, pero, ¿Quién añade vida?
Hablar de cambios implica siempre hablar de crecimientos, de transiciones en la vida, de finalizar etapas y con esto por supuesto iniciar una nueva. Pero más que hablar, enfrentarse a un cambio es sin duda la oportunidad perfecta para dejarse invadir por el escalofrío que causa comenzar un nuevo ciclo y hallarnos cara a cara con la ráfaga de nostalgia que viene acompañando a todo nuevo proyecto. Y es que el ser humano está sujeto a esto, el ser humano es una serie de búsquedas constantes del éxito, de la libertad propia. Podría hacer una lista de sucesos significativos para la vida de toda persona: graduarte, construir una carrera, comprar tu primera casa, casarte, tener hijos y miles más pero todos nos llevan a una misma cosa, la realización personal (Esta es realmente difícil de describir y ni hablemos de descubrir) La realización humana es justamente un proceso, un proceso que lleva, como todo, un comienzo, un trayecto e inevitablemente un final.
Cuando me dieron un tema a desarrollar para el artículo de este mes, realmente no supe por dónde empezar, ¿Cómo hablar de los cambios importantes que tenía un hombre durante su vida? ¿Cómo, con 18 años, tendría yo que explicar lo significativo que resulta el terminar y recomenzar ciclos? ¿Cómo iba yo a describir algunos de los sucesos que mencioné párrafos atrás cuando en realidad no he vivido ninguno de ellos? Acabe cayendo en cuenta que los cambios importantes se dan en el día a día. Y que muchos de ellos, si no es que todos, los había vivido sin siquiera tomar en cuenta que estaban ahí. Hace unos años leí que todo aquello que causara miedo emprender valía la pena hacerlo y yo más de una vez había tenido miedo frente a un proyecto. Más de una vez había tenido el estómago revuelto al punto de querer vomitar mil y un palabras incoherentes. Varias veces me pregunte ¿Y qué demonios estoy haciendo aquí? Pero también en alguna ocasión me pare frente a un recuerdo y supe que nada se compararía jamás con el placer de saborear aquel sentimiento de ver consumado lo que supo ser un gran proyecto. Fue entonces que supe que eso encerraba un cambio, y que los “cambios importantes” eran realmente los que nos marcaban como persona y no necesariamente aquellos en los que teníamos que pararnos frente a una multitud a ser aplaudidos. Que un cambio no era el que modificaría mi curriculum sino el que renovara mi percepción del mundo. Tuve la certeza hasta este momento que el miedo al cambio no era otra cosa más que la misma negación por prosperar pues era completamente inevitable que un cambio por mínimo que fuera dejara como sombra un crecimiento, por más menudo que fuera, un crecimiento a fin de cuentas. Y es aquí donde cito al gran Octavio Paz “Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo.... del miedo al cambio.”
Unas palabras para los chicos de 6º de bachillerato:
“Les deseo lo mejor y que les vaya muy bien. Fue un gusto tenerlos aquí durante éstos años. Espero que los proyectos que tengan posteriores a ésta institución se cumplan, que les vaya de lo mejor y que cumplan sus metas.”
Cuando hablamos de crecimiento o etapas obligatoriamente lo relacionamos con cambios físicos, añadir responsabilidades, añadir logros, añadir años, pero, ¿Quién añade vida?
Hablar de cambios implica siempre hablar de crecimientos, de transiciones en la vida, de finalizar etapas y con esto por supuesto iniciar una nueva. Pero más que hablar, enfrentarse a un cambio es sin duda la oportunidad perfecta para dejarse invadir por el escalofrío que causa comenzar un nuevo ciclo y hallarnos cara a cara con la ráfaga de nostalgia que viene acompañando a todo nuevo proyecto. Y es que el ser humano está sujeto a esto, el ser humano es una serie de búsquedas constantes del éxito, de la libertad propia. Podría hacer una lista de sucesos significativos para la vida de toda persona: graduarte, construir una carrera, comprar tu primera casa, casarte, tener hijos y miles más pero todos nos llevan a una misma cosa, la realización personal (Esta es realmente difícil de describir y ni hablemos de descubrir) La realización humana es justamente un proceso, un proceso que lleva, como todo, un comienzo, un trayecto e inevitablemente un final.
Cuando me dieron un tema a desarrollar para el artículo de este mes, realmente no supe por dónde empezar, ¿Cómo hablar de los cambios importantes que tenía un hombre durante su vida? ¿Cómo, con 18 años, tendría yo que explicar lo significativo que resulta el terminar y recomenzar ciclos? ¿Cómo iba yo a describir algunos de los sucesos que mencioné párrafos atrás cuando en realidad no he vivido ninguno de ellos? Acabe cayendo en cuenta que los cambios importantes se dan en el día a día. Y que muchos de ellos, si no es que todos, los había vivido sin siquiera tomar en cuenta que estaban ahí. Hace unos años leí que todo aquello que causara miedo emprender valía la pena hacerlo y yo más de una vez había tenido miedo frente a un proyecto. Más de una vez había tenido el estómago revuelto al punto de querer vomitar mil y un palabras incoherentes. Varias veces me pregunte ¿Y qué demonios estoy haciendo aquí? Pero también en alguna ocasión me pare frente a un recuerdo y supe que nada se compararía jamás con el placer de saborear aquel sentimiento de ver consumado lo que supo ser un gran proyecto. Fue entonces que supe que eso encerraba un cambio, y que los “cambios importantes” eran realmente los que nos marcaban como persona y no necesariamente aquellos en los que teníamos que pararnos frente a una multitud a ser aplaudidos. Que un cambio no era el que modificaría mi curriculum sino el que renovara mi percepción del mundo. Tuve la certeza hasta este momento que el miedo al cambio no era otra cosa más que la misma negación por prosperar pues era completamente inevitable que un cambio por mínimo que fuera dejara como sombra un crecimiento, por más menudo que fuera, un crecimiento a fin de cuentas. Y es aquí donde cito al gran Octavio Paz “Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo.... del miedo al cambio.”
Unas palabras para los chicos de 6º de bachillerato:
“Les deseo lo mejor y que les vaya muy bien. Fue un gusto tenerlos aquí durante éstos años. Espero que los proyectos que tengan posteriores a ésta institución se cumplan, que les vaya de lo mejor y que cumplan sus metas.”
Profesor Ignacio Franco
“Bueno, primero que nada quiero felicitar a los chicos de 6º de preparatoria. Este año y medio que hemos estado juntos ha sido bastante bonito y provechoso. Yo lo veo de esa manera porque he aprendido mucho de ellos, como a valorar mi trabajo. Ellos me han enseñado muchas cosas, espero que yo también haber contribuido un poco con ellos. Puedo decir que los quiero demasiado y que los extrañaré mucho. Espero que tengan una muy buena vida, sigan con su educación y sigan superándose en el inglés, ya que éste nos abre las puertas a muchos caminos. Espero y no olviden que cada uno de ellos vale demasiado y siempre estarán en mi corazón. ¡Ánimo y jamás se rindan!”
Profesor Victor Flores
“6º de preparatoria… ¿Qué puedo decir de ellos? Los conocí hace dos años, entonces eran muchos, el grupo fue disminuyendo. Es un grupo muy callado; hay veces que pregunto algo y se escuchan solo los grillos. Pero han entrado muchas personas nuevas que han ayudado a equilibrar éste grupo. Son chicos muy capaces, si se proponían algo lo lograban. Son chicos muy bien orientados, que lograrán cada una de sus metas. Sé que llegarán más allá de sus planes y yo puedo decirles que deben hacer todo evitando el estrés y disfrutando lo que realicen. Los quiero mucho, los voy a extrañar y les deseo lo mejor.”
Profesora Mariana Bolívar
“Les deseo que les vaya muy bien y que tengan éxito en todo lo que hagan”
Profesor Gilberto
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>>VIDA Y OBRA DE MONSEÑOR ESCALANTE
Misionero en China (1era parte) El padre Alonso, como vimos anteriormente, desde niño quiso ser sacerdote para ofrecer su vida a la evangelización de aquellos pueblos que todavía no conocen el mensaje de Cristo, por eso, para él el 4 de mayo de 1932, fue un día muy especial, pues en esa fecha recibió el nombramiento para trabajar en el Vicariato
Apostólico de Fushun en Machuria China junto con otros 6 sacerdotes más.
El P Alonso recibió de manos de su Superior General, el P. James A. Walsh la siguiente carta de su nombramiento a China:
Querido Padre Alonso:
“Me da gusto poder informarte que has sido elegido para la misión de Fushun bajo la autoridad de Monseñor Lane. Te alegrarás ante la oportunidad de servir en tierras no cristianas bajo las órdenes de quien fue tu Rector. Tu entusiasta lealtad como estudiante y como miembro de la facultad, nos da de antemano la seguridad de que tú serás en todo aspecto un buen misionero. Acepta mi congratulación y las oraciones de todos los miembros de Maryknoll, para que tu servicio sea fructuoso, alegre, leal y continuo.”(1)
Más adelante en la primera carta que redacta el P. Alonso a su llegada China, le narra al superior general la serie de sentimientos que guardó en su corazón en ese día tan maraviloso de su partida a la misión:
“Hubo algo de tristeza en nuestros corazones esa noche memorable en que partimos para nuestra misión, pero fue una tristeza jubilosa, si me permite expresarla así. Estábamos tristes porque dejábamos la casa de nuestra formación, nuestro Nazareth y nuestro hogar. También estábamos felices porque nuestro período de preparación había terminado y ya podíamos ocuparnos en los negocios de nuestro Padre, que es la salvación de las almas.” (2)
Su viaje desde Marylknoll hasta China, fué toda una odisea pues fue un recorrido de más de 16,000 kilómetros, salieron en tren, primero rumbo a Buffalo, Chicago, Milwaukee, Kansas City, Los Ángeles y finalmente a San Francisco en California desde donde cruzaron el océano rumbo al lejano oriente el día 11 de agosto de 1932, hicieron una parada en Honolulú, posteriormente llegaron a Yokohama Japón el 25 de agosto, estuvieron en Tokyo y partieron del puerto japonés de Kobe rumbo a Dairen en Manchuria, haciendo escala en Moji y Shimonoseki, en territorio japonés y dos días después llegaron a Dairen y por primera vez pisaron tierras de China, de ahí salieron para Mukden, en ese lugar cambiaron tren y llegaron por fin a Fushun la noche del 2 de septiembre de 1932, el mismo P. Escalante narra su llegada a la misión:
“Llegamos inmediatamente a la iglesia a dar gracias por nuestra llegada sin contratiempo y a recibir la bendición con el Santísimo, por fin estábamos en casa y nos dábamos cuenta,[...] mientras descansaba en la cama recordaba los doce años de preparación y el largo viaje de 10,000 millas (16,090kms) para llegar aquí". (3)
Dos días después de haber llegado a Fushun, el P. Alonso comenzó formalmente el
estudio del idioma chino mandarín, que no es una empresa nada fácil, pues aprender una lengua así implica tiempo, constancia y método. Después de estar algunos meses estudiando en Fushun, fue trasladado a la parroquia de Shibin.
Hay que recordar que en ese momento, esta provincia china de Manchuria estaba ocupada por Japón y habían impuesto un gobierno de acuerdo a sus intereses y estaban en estado guerra, era una época de mucha inestabilidad pues había grupos rebeldes patriotas e incursiones del ejército chino luchando por recuperar los territorios invadidos. Los misioneros vivían este ambiente turbulento y la inseguridad para viajar y para realizar su trabajo misionero, pues en ocasiones se encontraban en medio de los combates. Sin embargo, los misioneros continuaban en sus labores apostólicas y hacían lo que podían para proteger a la población local. Mantenían una estricta neutralidad, sin embargo, atendían a todos los heridos, fueran soldados o civiles, sin distinción de partido o uniforme.
El P. Alonso llega Shibin alrededor del 6 de octubre de 1932, también es una zona peligrosa, donde hay ataques de bombas de forma intermitente, a los pocos días de su llegada hubo una batalla en esa población el 13 de octubre, gracias a Dios, ni la propiedad de la iglesia fue destruida, ni los refugiados, ni los sacerdotes resultaron heridos. El P. Alonso compartió estas experiencias difíciles en una carta, denotando también su gran sentido del humor: “Ver una batalla real y sobrevivir a ella podría dejar verdes de envidia a los productores de películas de Hollywood”. (4)
1.- Colín Ricardo. Un Vagabundo de Dios. Tomo 1. México DF. 2002. pag. 50
2.- Op. Cit. pag. 50
3.- Op. Cit. Pag. 53
4.- Op. Cit, Pag 67.
Apostólico de Fushun en Machuria China junto con otros 6 sacerdotes más.
El P Alonso recibió de manos de su Superior General, el P. James A. Walsh la siguiente carta de su nombramiento a China:
Querido Padre Alonso:
“Me da gusto poder informarte que has sido elegido para la misión de Fushun bajo la autoridad de Monseñor Lane. Te alegrarás ante la oportunidad de servir en tierras no cristianas bajo las órdenes de quien fue tu Rector. Tu entusiasta lealtad como estudiante y como miembro de la facultad, nos da de antemano la seguridad de que tú serás en todo aspecto un buen misionero. Acepta mi congratulación y las oraciones de todos los miembros de Maryknoll, para que tu servicio sea fructuoso, alegre, leal y continuo.”(1)
Más adelante en la primera carta que redacta el P. Alonso a su llegada China, le narra al superior general la serie de sentimientos que guardó en su corazón en ese día tan maraviloso de su partida a la misión:
“Hubo algo de tristeza en nuestros corazones esa noche memorable en que partimos para nuestra misión, pero fue una tristeza jubilosa, si me permite expresarla así. Estábamos tristes porque dejábamos la casa de nuestra formación, nuestro Nazareth y nuestro hogar. También estábamos felices porque nuestro período de preparación había terminado y ya podíamos ocuparnos en los negocios de nuestro Padre, que es la salvación de las almas.” (2)
Su viaje desde Marylknoll hasta China, fué toda una odisea pues fue un recorrido de más de 16,000 kilómetros, salieron en tren, primero rumbo a Buffalo, Chicago, Milwaukee, Kansas City, Los Ángeles y finalmente a San Francisco en California desde donde cruzaron el océano rumbo al lejano oriente el día 11 de agosto de 1932, hicieron una parada en Honolulú, posteriormente llegaron a Yokohama Japón el 25 de agosto, estuvieron en Tokyo y partieron del puerto japonés de Kobe rumbo a Dairen en Manchuria, haciendo escala en Moji y Shimonoseki, en territorio japonés y dos días después llegaron a Dairen y por primera vez pisaron tierras de China, de ahí salieron para Mukden, en ese lugar cambiaron tren y llegaron por fin a Fushun la noche del 2 de septiembre de 1932, el mismo P. Escalante narra su llegada a la misión:
“Llegamos inmediatamente a la iglesia a dar gracias por nuestra llegada sin contratiempo y a recibir la bendición con el Santísimo, por fin estábamos en casa y nos dábamos cuenta,[...] mientras descansaba en la cama recordaba los doce años de preparación y el largo viaje de 10,000 millas (16,090kms) para llegar aquí". (3)
Dos días después de haber llegado a Fushun, el P. Alonso comenzó formalmente el
Hay que recordar que en ese momento, esta provincia china de Manchuria estaba ocupada por Japón y habían impuesto un gobierno de acuerdo a sus intereses y estaban en estado guerra, era una época de mucha inestabilidad pues había grupos rebeldes patriotas e incursiones del ejército chino luchando por recuperar los territorios invadidos. Los misioneros vivían este ambiente turbulento y la inseguridad para viajar y para realizar su trabajo misionero, pues en ocasiones se encontraban en medio de los combates. Sin embargo, los misioneros continuaban en sus labores apostólicas y hacían lo que podían para proteger a la población local. Mantenían una estricta neutralidad, sin embargo, atendían a todos los heridos, fueran soldados o civiles, sin distinción de partido o uniforme.
El P. Alonso llega Shibin alrededor del 6 de octubre de 1932, también es una zona peligrosa, donde hay ataques de bombas de forma intermitente, a los pocos días de su llegada hubo una batalla en esa población el 13 de octubre, gracias a Dios, ni la propiedad de la iglesia fue destruida, ni los refugiados, ni los sacerdotes resultaron heridos. El P. Alonso compartió estas experiencias difíciles en una carta, denotando también su gran sentido del humor: “Ver una batalla real y sobrevivir a ella podría dejar verdes de envidia a los productores de películas de Hollywood”. (4)
1.- Colín Ricardo. Un Vagabundo de Dios. Tomo 1. México DF. 2002. pag. 50
2.- Op. Cit. pag. 50
3.- Op. Cit. Pag. 53
4.- Op. Cit, Pag 67.
>>SALUDOS DESDE JAPÓN
A treinta años de servicio a la educación y formación de los jóvenes
Aunque el carisma de los Misioneros de Guadalupe como lo señala nuestras Constituciones es: “La evangelización de los no cristianos” (C.4), la historia de nuestro Instituto no únicamente nos ha mostrado la importancia de la formación de jóvenes llamados a entregar su vida al trabajo misionero, sino también a formar a estudiantes capaces de proyectar su propia vida a la investigación científica, a través de los propios métodos de cada una de las ciencias y también a ser fieles al servicio de la verdad, la verdad acerca del ser humano y la verdad acerca de Dios.
En realidad todos estamos llamados a cooperar en la educación, si hablamos de la educación en familia nos referimos a los hijos, también en todos los contextos de la vida profesional y laboral, en la vida social y política y en el contexto religioso y pastoral.
Los Misioneros de Guadalupe y los Profesores que a lo largo 30 años de presencia y acompañamiento a tantos jóvenes estudiantes en el Colegio Alonso Manuel Escalante Escalante (CAMEE), han podido comprender que educar en primer lugar, implica una particular disposición hacia el otro y de esta manera han podido captar en el rostro, en las palabras y en las dudas de tantos jóvenes, un método concreto para ayudarlos a crecer y a inserirse en el contexto social y profesional.
Desde nuestra misión de Japón, con gusto me uno a la alegría de las celebraciones de este XXX Aniversario del Colegio Alonso Manuel Escalante Escalante, en el cual tuve la oportunidad de terminar mis estudios de bachillerato en el año 1985, siendo un alumno de la primera generación de alumnos graduados, de lo que entonces se le llamada Preparatoria Alonso Manual Escalante Escalente.
La celebración de estos treinta años de presencia y acompañamiento a tantos jóvenes a través de esta Institución, también tiene que ser una excelente oportunidad para que el CAMEE continúe profundizando en su propia naturaleza, su identidad y su misión.
No olvidando que como una Institución educativa de inspiración cristiana, debe de preocuparse esencialmente por ayudar a madurar a las jóvenes en la sociedad, proponiendo valores y propuestas de vida, esmerándose para que siempre exista una educación que comunique la cultura a través del ejercicio progresivo de un razonamiento crítico a favor de crecimiento humano.
Pero también tiene que reforzar y actualizar los métodos de acción pastoral estudiantil, a través de la evangelización, haciendo una propuesta explicita del Evangelio que motive a una plena vivencia y confesión de la fe, en vistas a darle mayor plenitud a la vida de los jóvenes estudiantes.
Aunque el carisma de los Misioneros de Guadalupe como lo señala nuestras Constituciones es: “La evangelización de los no cristianos” (C.4), la historia de nuestro Instituto no únicamente nos ha mostrado la importancia de la formación de jóvenes llamados a entregar su vida al trabajo misionero, sino también a formar a estudiantes capaces de proyectar su propia vida a la investigación científica, a través de los propios métodos de cada una de las ciencias y también a ser fieles al servicio de la verdad, la verdad acerca del ser humano y la verdad acerca de Dios.
En realidad todos estamos llamados a cooperar en la educación, si hablamos de la educación en familia nos referimos a los hijos, también en todos los contextos de la vida profesional y laboral, en la vida social y política y en el contexto religioso y pastoral.
Los Misioneros de Guadalupe y los Profesores que a lo largo 30 años de presencia y acompañamiento a tantos jóvenes estudiantes en el Colegio Alonso Manuel Escalante Escalante (CAMEE), han podido comprender que educar en primer lugar, implica una particular disposición hacia el otro y de esta manera han podido captar en el rostro, en las palabras y en las dudas de tantos jóvenes, un método concreto para ayudarlos a crecer y a inserirse en el contexto social y profesional.
Desde nuestra misión de Japón, con gusto me uno a la alegría de las celebraciones de este XXX Aniversario del Colegio Alonso Manuel Escalante Escalante, en el cual tuve la oportunidad de terminar mis estudios de bachillerato en el año 1985, siendo un alumno de la primera generación de alumnos graduados, de lo que entonces se le llamada Preparatoria Alonso Manual Escalante Escalente.
La celebración de estos treinta años de presencia y acompañamiento a tantos jóvenes a través de esta Institución, también tiene que ser una excelente oportunidad para que el CAMEE continúe profundizando en su propia naturaleza, su identidad y su misión.
No olvidando que como una Institución educativa de inspiración cristiana, debe de preocuparse esencialmente por ayudar a madurar a las jóvenes en la sociedad, proponiendo valores y propuestas de vida, esmerándose para que siempre exista una educación que comunique la cultura a través del ejercicio progresivo de un razonamiento crítico a favor de crecimiento humano.
Pero también tiene que reforzar y actualizar los métodos de acción pastoral estudiantil, a través de la evangelización, haciendo una propuesta explicita del Evangelio que motive a una plena vivencia y confesión de la fe, en vistas a darle mayor plenitud a la vida de los jóvenes estudiantes.
Tokio Japón 27 de Abril 2013
Felicidades P. David Félix Uribe García MG
>>UNIVERSIDAD INTERCONTINENTAL
Por primera vez tengo la oportunidad de contar acerca de nuestro segundo hogar, se han pasado los años y los recuerdos se añejan para que sean degustados por ustedes.
Quizá no tengo muchas veces la sensibilidad de poder describir paso a paso lo que somos y nuestro mundo, rodeado por cuatro muros con un espacio sincero y con la ausencia del oprobio, porque sabe que el fondo humano de sus paredes de concreto, invierte en la misión de enviarnos a una batalla donde, se ha dispuesto a prevenir cualquier traspié, para obtener los mejores resultados posibles.
Estamos en una calle estrecha, puedes caminar por ella con calma cuando el sol está en su punto más alto, nuestra rúa juvenil conserva tanto el olor de nuestros ideales, que es difícil no distinguir en los sueños de lo que es cualquier lugar común y corriente. Durante el trayecto sin importar desde que extremo lo inicies, nuestra morada estará frente al sol, nunca ocultando su cuerpo para no recibir de él, el nuevo día.
Al instante de que tu pie pisa su suelo, concibes las maravillas de ser un estudiante o un forastero que piensa, recubrir en un futuro los vestigios de su mente, para conservar los valores inculcados en las estancias donde algún día pertenecimos –no hablare de ellos hoy-.
Tenemos tres años, ninguno perdido. Nuestra formación cultural se va adquiriendo, no existe dimensión que no se abarque. La formación personal y espiritual que brindan, son alicientes para que seamos personas y no objetos que viven una vida impersonal debido a las nuevas tecnologías que alejan el México real, de nuestras manos.
El empleo como alumnos en la vida de un novel, es tan práctica como teórica, nuestro plan de estudios nos permiten un sinfín de actividades que lo vuelven integral y con una competencia hacia el mercado estudiantil. Tuvimos la fortuna de continuar con los cursos implementados en el aula, (los obligatorios) pero se vuelven un gusto cuando tienes en tu mente algo prescrito para llevarlos a la vida cotidiana, los más emblemáticos en este pasaje a la perspectiva de lo demandado en las clases, son las matemáticas, química y literatura, es algo extraño pero todos se inclinan por éstas tres materias, las restantes también juegan un papel preponderante en nuestro fin de curso; folklore, jazz, instrumentos y demás actividades culturales, han provocado la renuncia de nuestras flaquezas para poder combatir el rubor social, que no volvió por un tiempo indefinido imposibilitados sociales en las presentaciones. Existen también en la universidad cursos gratuitos con un acervo intelectual y deportivo extenso que ofrecen la esperanza de afianzar nuestra formación con lo extracurricular; algunos ceden a la causalidad del triunfo en equipo, los torneos, los viajes, las presentaciones en los teatros y hasta la publicación de cualquier artículo que se quiera dar a conocer.
Con todo lo descrito, les hacemos una atenta invitación, que estando implícita, es mencionada de manera idónea para su estancia mediata y tengan el conocimiento que con el pesar en quienes nos vamos, la Universidad, seguirá formando mejores humanos. Guardianes de su prestigio.
Quizá no tengo muchas veces la sensibilidad de poder describir paso a paso lo que somos y nuestro mundo, rodeado por cuatro muros con un espacio sincero y con la ausencia del oprobio, porque sabe que el fondo humano de sus paredes de concreto, invierte en la misión de enviarnos a una batalla donde, se ha dispuesto a prevenir cualquier traspié, para obtener los mejores resultados posibles.
Estamos en una calle estrecha, puedes caminar por ella con calma cuando el sol está en su punto más alto, nuestra rúa juvenil conserva tanto el olor de nuestros ideales, que es difícil no distinguir en los sueños de lo que es cualquier lugar común y corriente. Durante el trayecto sin importar desde que extremo lo inicies, nuestra morada estará frente al sol, nunca ocultando su cuerpo para no recibir de él, el nuevo día.
Al instante de que tu pie pisa su suelo, concibes las maravillas de ser un estudiante o un forastero que piensa, recubrir en un futuro los vestigios de su mente, para conservar los valores inculcados en las estancias donde algún día pertenecimos –no hablare de ellos hoy-.
Tenemos tres años, ninguno perdido. Nuestra formación cultural se va adquiriendo, no existe dimensión que no se abarque. La formación personal y espiritual que brindan, son alicientes para que seamos personas y no objetos que viven una vida impersonal debido a las nuevas tecnologías que alejan el México real, de nuestras manos.
El empleo como alumnos en la vida de un novel, es tan práctica como teórica, nuestro plan de estudios nos permiten un sinfín de actividades que lo vuelven integral y con una competencia hacia el mercado estudiantil. Tuvimos la fortuna de continuar con los cursos implementados en el aula, (los obligatorios) pero se vuelven un gusto cuando tienes en tu mente algo prescrito para llevarlos a la vida cotidiana, los más emblemáticos en este pasaje a la perspectiva de lo demandado en las clases, son las matemáticas, química y literatura, es algo extraño pero todos se inclinan por éstas tres materias, las restantes también juegan un papel preponderante en nuestro fin de curso; folklore, jazz, instrumentos y demás actividades culturales, han provocado la renuncia de nuestras flaquezas para poder combatir el rubor social, que no volvió por un tiempo indefinido imposibilitados sociales en las presentaciones. Existen también en la universidad cursos gratuitos con un acervo intelectual y deportivo extenso que ofrecen la esperanza de afianzar nuestra formación con lo extracurricular; algunos ceden a la causalidad del triunfo en equipo, los torneos, los viajes, las presentaciones en los teatros y hasta la publicación de cualquier artículo que se quiera dar a conocer.
Con todo lo descrito, les hacemos una atenta invitación, que estando implícita, es mencionada de manera idónea para su estancia mediata y tengan el conocimiento que con el pesar en quienes nos vamos, la Universidad, seguirá formando mejores humanos. Guardianes de su prestigio.

Gracias por su atención
Carlos Ernesto Navarrete Coronado
Carlos Ernesto Navarrete Coronado